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Ceibo

Erythrina crista-galli

Seibo

Declarado "flor nacional" en Argentina y Uruguay el ceibo es el habitante infaltable en las islas del Delta del Paraná, orillas de riachos y arroyos y bajos inundables del sur de la cuenca del Plata. Su distribución abarca sur de Brasil, este de Bolivia, Paraguay, Uruguay, y el norte argentino, hasta el nordeste de la provincia de Buenos Aires.


De copa tortuosa, abierta y baja, que alcanza los 10 m de altura, posee ramas cónicas con aguijones y un tronco corto cubierto de una gruesa corteza oscura. Sus hojas caducas están compuestas por tres folíolos, con aguijones en sus pecíolos.


El ceibo es un árbol ornamental de primer orden por sus flores rojas que cubren su copa cada primavera. Son polinizadas por grandes abejorros nativos (Xylocopa spp.) y tres especies de colibríes: verde común (Chlorostilbon lucidus), garganta blanca (Leucochloris albicollis) y bronceado (Hylocharis chrysura). El fruto es una vaina arqueada que a la madurez se abre y libera 6 a 12 semillas con forma de riñón, dispersadas por el agua. Contribuye a la consolidación de riberas en las islas del Delta del Paraná.


En medicina popular el ceibo tiene variados usos: la corteza machacada se aplica en heridas como cicatrizante, para curar llagas y ulceraciones en la piel; hojas y flores tienen propiedades narcóticas y calmantes. También se emplea para teñir tela y lanas: la decocción de su corteza produce un tinte bayo y de sus flores un rojo encarnado.


La madera blanda, porosa y liviana del ceibo tiene aplicación en la fabricación de aparatos ortopédicos, armazones de monturas, tarugos, corchos, pequeñas canoas e instrumentos de percusión como cajas y bombos. La caja de resonancia de los legendarios "bombos legüeros" de Santiago del Estero se fabrican con troncos enteros de ceibo ahuecados a mano.

El cultivo del ceibo en parques y jardines se ha difundido en zonas cálidas y templadas de Argentina y el extranjero.

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