Garcita blanca

Es la garza blanca más chiquita. Tiene pico negro, fino y recto, con una piel amarilla en la base que le llega a los ojos. Las patas son negras y ¡tienen los dedos amarillos!. La vas a ver solitaria caminando en los bordes de los lagos de Palermo y orillas del Río de la Plata. Al atardecer forman bandadas y se juntan para pasar la noche en grandes árboles sobre el agua, que son sus “dormideros”. Come peces chicos, esperándolos con mucha paciencia en aguas poco profundas y atrapándolos velozmente con su pico. En primavera, cuando llega la época de reproducción, le crecen plumas largas y finas en la nuca, el pecho y la espalda, que le sirven para atraer a su pareja. Hacen sus nidos en grandes árboles secos sobre el agua, a veces junto a otras especies de garzas. ¡A esas comunidades se las llama “garzales”!